Un telescopio es un instrumento óptico usado en astronomia para estudiar el firmamento. Hay tres tipos principales de telescopios: refractores, reflectores y catadióptricos, seguidamente veremos sus características principales:
Refractores. Telescopios que usan para concentrar la luz un sistema de lentes convergentes. Presentan aberración cromática.
Fueron inventados en holanda por Hans Lippershey en 1608 y posteriormente perfeccionados y usados para estudiar el firmamento por primera vez por Galileo Galilei. Hay dos tipos: el de Galileo que actualmente no se usa en astronomia y el tipo Huygens.
Reflectores. Estos telescopios usan espejos curvos (normalmente esféricos) para concentrar la luz. Están formados por lo general por un espejo primario, es el que concentra la luz, y un espejo secundario, es el reponsable de sacar el haz de luz fuera del tubo. No presentan aberación cromática como los refractores, ya que la luz se refleja igual en todas sus longitudes de onda pero en cambio presentan aberración esférica, debida a la curvatura del espejo primario.
Hay varios tipos debidos a la disposición y características de los espejos primario y secundario, entre los que destacan por ser los más utilizados: el tipo Newton, inventado por el famoso matemático inglés Isaac Newton, y el tipo Cassegrain inventado por un sacerdote francés, Laurent Cassegrain.
Catadióptricos. Su diseño es el más moderno de los tres. Este tipo de telescopios utiliza tanto espejos como unas láminas especiales que actuan como lentes. Se inventaron para tratar de corregir la aberración esférica presente en los telescopios reflectores.
Hay dos tipos principales: Maksutov-Cassegrain y Smith-Cassegrain la diferencia principal entre ellos es la fórma de la lámina correctora situada delante del espejo.
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